viernes, 29 de enero de 2010

Cólico en la Copa

 
Celta 0 - Atleti 1
Mira que me gusta a mí esta competición. Los partidos de Copa se juegan de tú a tú, sin posibilidad de especular con el calendario. Es lo que hay, señores, 180 minutitos, 90 en cada pueblo. Y el que más goles marque pasa. Y si marcas en el campo de los rivales, se premia el esfuerzo en caso de empate. Es genial.
Y mejor aún cuando tu equipo se enfrenta a un grupo de futbolistas que son reservas en su club. Un club que (no me lo puedo explicar aún después de lo visto ayer y la semana pasada) milita en la Segunda División y está coqueteando con el descenso a Segunda B. Si yo fuera Eusebio dejaba que estos chavales (nada menos que ocho gallegos de la cantera) sacasen al Celta de sus sufrimientos en Liga. Vamos, sin pensármelo ni media vez.

Y después de este halago contenido al rival (me encantó Trashorras, me pareció un equipo de toque, de ataque, de fuerza y merecedor -al menos- de habernos llevado a la prórroga y que nos hubiéramos jugado el pase en los penaltis) ahora lo que toca es contar cómo vi el partido.

Por supuesto, en pijama. Con mi hija María, rojiblanca como yo, tomándose el biberón a toda velocidad y con la firmeza que exhibió ayer nuestra defensa. Sin dar concesiones a los grumos, sin posibilidad de que entrara una burbuja de aire, apretando fuerte para no dejar ni el mínimo resquicio a los agentes externos que pudieran causar dolor.

Y cuando Forlán se encuentra con un regalo defensivo de los que estamos acostumbrados a hacer más que a recibir, enfila con el tobillo hinchado la portería de uno de los chavales gallegos y se la pone donde sólo se puede coger agachando el riñón detrás de la raya. Imparable.

El uruguayo, cumplidor y agradecido, busca al preparador físico del Atleti, al que le bajó en brazos al vestuario el día que se llevó el susto frente al Sporting. Se abraza a él y le dedica el gol. Supongo que por su mente pasaría el rato que se tiró tumbado en el césped del Calderón mientras Reyes seguía jugando sin tirar la pelota fuera hasta que en un rebote le llegó a Antonio López que, este sí, la echó fuera para que atendieran el tobillo del Cachavacha. ¿Tendrá algo que ver la "pelea" de Reyes y Forlán en Getafe?

Lo cierto es que marca Diego y mi niña se pone toda roja, aprieta los puños, se encoge como un ovillo y emite un alarido impropio de una cría con 21 días. Por Dios, qué potencia de voz. Ni el Frente Atlético en sus mejores tiempos hubiera sido capaz de acallar semejante berrido. Aún con ella en los brazos le beso en la frente y le susurro que yo también estoy contento, pero que aún falta mucho partido y que no tiene que ponerse tan tensa, que ya tendremos tiempo al final, cuando tengamos que pedir la hora.

Mi chica me mira con cara de pena y me arranca a nuestra hija en común de los brazos temiendo que la deje caer en alguna de mis constantes saltos del sillón. Menos mal que hoy Perea no se está complicando, menos mal que Tiago en el centro del campo marca el ritmo y pone orden, menos mal que Domínguez está convirtiéndose en un pedazo de central, menos mal que De Gea transmite la paz y la serenidad que nos había robado Asenjo en lo últimos partidos. Y sí, una lástima que Simao y Reyes no apareciesen en todo el partido. Ufjalusi y Antonio hicieron lo que pudieron, pero a tanto no se puede llegar. Y sí, una lástima que el Kun y Forlán no se asociaran más, que Forlán y el Kun no acertasen más, que el uruguayo y el argentino quisiesen y no pudiesen.

Al final el Celta siguió empujando y el Atleti tapando. Mi niña seguía inquieta y al olerle el pañal descubro que tenemos premio coincidiendo con un remate de los celtiñas que pega en el larguero. Faltan seis minutos. Cambio a la pequeña María y nos clasificamos para cuartos de final.

Ahora a por el Málaga en Liga. Después habrá que tomarse muy en serio a un Racing que está inspirado, que está de moda, que vende mega-cracks de 18 años a los vikingos y que en los últimos partidos nos ha mojado la oreja de una manera estrepitosa. Ojo a las semifinales que, como no mejoremos (y mucho) me temo que será nuestro fin de trayecto.

Vamos, Atleti, vamos.

lunes, 25 de enero de 2010

Desilusión liguera


Getafe 1 - Atleti 0

No quería ni verlo. Además, como los chicos de ONO no me lo dejaban comprar y para echarle un ojo al Atleti me tenía que abonar a GOLTV me dije: "que les den". Y más un domingo tranquilito, con mi niña durmiendo en el cuco, mi chica leyendo un libro sobre masajes para bebés y el menda lerenda haciendo como que veía una peli y levantándose cada poco a la cocina para enchufar la radio y seguir a trompicones el tostonazo que me han ahorrado los mafiosos del fútbol audiovisual.
Luego me empapé las tertulias radiofónicas, esta mañana me he dado una vuelta por la prensa y he leído a mis bloggers de cabecera. En resumen: para qué escribir.
Que Quique deje en el banquillo a Ufjalusi y Tiago tiene delito, pero más aún que pretenda hacer de Jurado el motor del equipo. Pero si al gaditano le falta espíritu, si no tiene sangre, si es un figurín... lo dije antes de que se fuera al Mallorca (donde se tenía que haber quedado). Este chico sería cojonudo para nuestro equipo de ajedrez, o para algo que no requiera mayores esfuerzos físicos. Mucha clase, mucha técnica, mucho toque, pero menos fuerza y menos carácter que un mosquito. 
Me gustó ver a De Gea de titular aunque, claro, habrá que pensar que Quique nos acaba de joder a Asenjo, el fichaje de los 1.000 millones de las antiguas pesetas. En fin, que él sabrá.
Lo de Asunçao comienza a ser preocupante. No digo que toda la culpa sea suya, pero alguien tendría que explicarle a este chico que cuando le expulsan el equipo (tal y como estamos) pasa de ser débil a un auténtico pelele en manos del contrario.
De Valera ya está todo dicho. Me reitero: Que lo bajen al Madrileño, o que lo regalen al Lorca, o al Ceutí o a quien sea, pero este chaval no está para jugar en Primera y, mucho menos, en el Atleti. ¿No lo quiere el Racing? ¿Le podría interesar al Depor de Lotina?
Reyes no estuvo, lo mismo que Simao, Forlán y el Kun. ¿Por qué estos chicos son capaces de hacer partidos memorables y en ocasiones -como ayer- desaparecen del campo? Supongo que no les llegan los pases de Asunçao expulsado y de Jurado pensando cómo hacerlo bonito.

A ver contra el Celta con qué nos salen.

Vamos, Atleti, coño.

viernes, 22 de enero de 2010

De Gea detiene al Celta


Atleti 1 - Celta 1

Lo de ayer en el Calderón no fue cuestión de actitud. Lo de ayer en la fría noche invernal junto al río tampoco fue un asunto de ganas, ni siquiera de echarle huevos. Lo de ayer, en la Copa del Rey contra el Celta, fue un querer y no poder.
No podían creerse los nuestros (ni nosotros) que un equipo de Segunda jugase como si estuviese disputando la Champions. Cualquiera que no supiera el puesto que ocupan los gallegos en la división de plata, pensaría que los celestes estaban peleando por llevarse la Liga con el Barça. Sus futbolistas tocaban y tocaban, creaban ocasiones y desbordaban a nuestros defensas (tampoco es tan difícil, lo sé) casi sin despeinarse. Taconazos, paredes, balones perpendiculares al primer toque, desmarques fulgurantes, regates de fantasía... vamos, un partidazo de los celtiñas que merecieron bastante mejor suerte si nuestro portero, el de la cantera, el que no costó seis millones de euros, el que era titular de la selección hasta que Asenjo despuntó en el Valladolid, el que espera la confianza que se merece y que la afición reclama, David De Gea, no se hubiera interpuesto entre el balón y la línea de gol. Partidazo del chaval. Y mandando. Y dando una seguridad que no teníamos desde que Abel defendiese el arco. Y con reflejos. Y acertado en las salidas. Y dueño del área pequeña. Y usando los puños. Y sin hacer cosas raras para llamar la atención. Partidazo de nuestro portero, casi tan bueno como el de los celtiñas (me encantó el juego de ataque, la insistencia de los centrocampistas en meter balones perpendiculares, las carreras de los dos laterales, el toque de balón... me gustó todo el Celta).

Menos mal que el árbitro no pitó un penalti clarísimo a favor de los gallegos nada más empezar el partido. Menos mal que Tiago empató con un cabezazo impecable el gol que nos habían endosado a los tres minutos. Menos mal que Quique quitó a Mariano, y a Raúl García, y a Simao (y porque no se podían hacer más cambios, si no tendría que haber quitado a unos cuantos más). Menos mal que De Gea es el fijo en Copa. Menos mal que aún nos queda la ilusión y la esperanza de que en el partido de vuelta el Atleti haga de Celta. Y entonces sí, entonces ganaremos en Balaídos por una sencilla razón: porque ellos no tienen a un portero como el nuestro, como David De Gea, el que ningún entrenador tiene los suficientes arrestos como para darle la titularidad. Supongo que algo tendrá que ver que sea de la cantera, que no haya costado un duro, que nadie se lleve una comisión, que sea demasiado auténtico y huela tanto a fútbol que no quepa el negocio.


Ahora a confiar en la vuelta. A rezar para que los celtarras no canten el "Ondiñas veñen" y a esperar que no se cumplan los vaticinios de algunos bloggeros expertos (Tomi, no me jodas) y nos clasifiquemos para semifinales sin tener que llegar a los penaltis.


Vamos, Atleti, vamos.

lunes, 18 de enero de 2010

Yes we Kun


Atleti 3 - Sporting 2

Ayer no tenía pensado acercarme al Calderón. Mi hija aún no había cumplido diez días y quería seguir babeando mientras la contemplaba. Pero lo de estar al pie del cañón cada tres horas con un biberón en la mano y los pañales en la otra, me tenía destrozadito. Total, que me llama mi cuñada (atlética de pro y madrina de la niña, atlética again) y me dice que vienen mi hermano y mi sobrino a por mí, que recogemos a mi otra hermana y que nos vayamos a disfrutar de la buena racha. Que ela se queda con mis dos chicas en casa y lo escucha por la radio. Dicho y hecho.
Allí que nos plantamos -sin bocata, primer error- para ver a nuestro Atleti. El ambiente es fenomenal, no hace demasiado frío y se han desplazado muchos sportinguistas desde Asturias (la tierrina de mis padres) para animar a los del "culo muyao". Antes de seguir he de confesar que el Sporting era mi equipo de infancia junto al Atleti, y que aún recuerdo aquella alineación con Castro, Cundi, Redondo, Maceda, Ciriaco, Mesa, David, Uría, Morán, Ferrero y Quini. 

Mareona
Calculo que habría unos mil o mil quinientos sportinguistas entre los dos anfiteatros del fondo norte y los que estaban mezclados con los atléticos en la grada. Impresionante el minuto de silencio por las víctimas de Haití y la muerte de un pequeño socio rojiblanco, un niño de unos cinco años que creo recordar se llamaba Alberto Fernández. Mi hermana -que tiene una rojiblanca de 14 meses- y el menda lerenda nos miramos con los ojos vidriosos y tragamos saliva con dificultad. Los de la mareona, con un respeto infinito mostraban sus bufandas estiradas en señal de duelo y ponían un colorido especial en la grada, más rojiblanca que nunca.
No pararon de animar en todo el partido los asturianos. Cantaban y cantaban, saltaban, daban palmas... y eso que íbamos ya 3-1. Esta afición -y ya lo dije el año pasado- es la que más me ha impresionado de todas las que han pasado por nuestro campo. Cierto, no soy objetivo, la infancia me puede, la sangre asturiana me tira. Pero es que son estupendos.

Resaca y sueño

Con el sueño que yo llevaba acumulado por dormir a plazos y el cansancio del partido de Copa en el que tuvieron que dejarse la piel para arreglar el desaguisado onubense, el partido comenzó a hacérseme soporífero. Es más, el Sporting jugaba mientras los nuestros la veían venir. Al final Agüero (el mejor, con diferencia) mete un taconcito que deja solo a Forlán y... la mete. Nos ponemos por delante en el primer tiro a puerta mientras el Sporting sigue poniendo el fútbol y las ocasiones. Tanto es así que Asenjo (nervioso por las buenas actuaciones de De Gea y porque el público no acaba de aceptar su fichaje millonario y su afición a quedarse debajo de los palos) decide quitarse de encima el sambenito en el peor momento. Sale desesperado y sin sentido para cometer un penalti tan claro que se veía antes de que arrancara a correr. Empate a uno. En ese momento el sueño se apodera de mí, los de la "mareona" comienzan a corear los pases de los suyos. Los nuestros siguen el balón sin mucho criterio. Ufjalusi comienza a sacarme de mis casillas con su trote cochinero. Sólo Agüero y Reyes corren como si fueran de los nuestros. Atrás Domínguez solventa como puede las miserias de Perea y el checo. Llega el descanso y nos ponemos ciegos de patatas fritas. Lástima de bocata.

Inercias
En la segunda mitad el fútbol y las ocasiones siguen siendo de los asturianos, pero la inercia ganadora del equipo hace que nos pongamos por delante. Forlán salva un balón que salía por línea de fondo con la cabeza y lo deja muerto para que Asunçao el "atontao" pase a ser "maravillao" colocando el 2-1 en nuestra segunda llegada clara. Dos ocasiones, dos goles. El Sporting sigue aprentando. Forlán se retuerce un tobillo, sale el 58, Ibrahima, un senegalés que es de los nuestros, que no tiene excesiva calidad, que no derrocha técnica, pero que se parte el pecho en cada lance y que está atento al partido. Tanto que en un jugadón del Kun (el mejor, ya lo he dicho) recoge el rechace del portero y la mete dentro al primer toque. Gol de la cantera, ridículo para Suso García Pitarch, locura del chaval (al que mi hermano ha bautizado como "El rubio") y agradecimiento en la grada por el triunfo de los chicos que se lo curran desde abajo.
Lo demás fue un coñazo. El Sporting metió su golito justo antes de que mi sobrino dijera: "Tío, ahora es cuando nos marcan y nos tienen acojonados todo el descuento". Y como si le hubieran oído, como si los 17 años que lleva yendo al Calderón le hubiesen convertido en un sabio indio. Zas. El 3-2.


El jugadón

Teníamos que sacar de centro y los jugadores del Real Sporting se agolpaban en la esquinita del círculo central para atacar en tromba. En esto que Ibrahim toca para el Kun y éste que se lanza como una exhalación contra la portería de Juan Pablo. Un auténtico jugadón que, por muy poco no acabó siendo el gol 50 del Kun, el cuarto de la tarde y el mejor de la jornada. Por poco. Lo mismo sucedió con una vaselina marca de la casa que Juan Pablo tocó lo justo para que pegara en el larguero. El Kun es mucho Kun. De ahí que mi hermano (fino como siempre) espetase sin pensárselo: "Yes, we Kun".

viernes, 15 de enero de 2010

Nunca una caca me alegró tanto


Atleti 5 - Recre 1

Mi hija, recién nacida al Atleti y a la vida, tenía prevista la toma a las 23:00 horas. Justo en el descanso. Andábamos preocupados porque, ya se sabe, los padres primerizos tienen que preocuparse. Va en el cargo. Pues eso, que hacía casi dos días que la pequeña María no nos regalaba una de esas adorables cagadas que -ironías del destino- acabas esperando como una clasificación de tu equipo.
A las 22:00 enchufo La Sexta y escucho a Kiko con su gracejo andalú sentando las bases de lo que podemos esperar: "Seguro que esta noche lo pasamos bien". Sin duda, arquero.
Mi niña sigue dormida. Aún falta una hora para su ración de teta doble. Seguimos preocupados por la escasez de mierda en sus pañales. Tranquilidad, le digo a mi chica. Tranquilidad.
Cerca del primer cuarto de hora de partido, mi hija María se arranca con un llanto inusitado que me obliga a sacarla del cuco. Olisqueo sus posaderas y el aroma de mierda fresca me ilumina la cara. "Cris, creo que la niña ha hecho caca", le digo ufano a mi mujer mientras el Atleti abre el marcador. Hago que no me inmuto reprimiento un "¡bien!" que se confunde con mi alegría por la aparición de las heces de mi primogénita.

Zafarrancho de combate para limpiarle el culo a la pequeña socia atlética. Cambio de pañal y, de paso, con ella despierta, aprovechamos para adelantarle su ración de leche materna. Esta vez se enganchó al pecho como una loba. Sin dudar. Sin especular. De corazón. Y coincide que se engancha a la teta con el segundo de mi Atleti. Las alegrías se multiplican, pero aún no acabo de creerme nada. "Han marcado los tuyos", dice mi suegra. "Sí, ya lo he visto, pero sólo han hecho la mitad del trabajo. Les faltan otros dos".

Cambiamos de teta a la pequeña María y sigue chupa que te chupa como una posesa. Se está poniendo las botas, como el Atleti. En cuanto la desenganchamos del pecho, me la pongo en el hombro y ¡zas! pedazo de eructo y el tercero del Atleti. Justo antes del descanso y ya tenemos casi todo el trabajo hecho. En la segunda mitad tendremos que rematar el partido. Mi hija ha cagado, ha cogido la teta y ha echado todos los aires difíciles, su particular corte de mangas al gas natural.

Comienza la segunda mitad y mi niña no acaba de coger el sueño. No llora hasta que le anulan un gol al Kun. Luego se queda con los ojos abiertos como queriendo saber si vamos a resolver esto ya de una vez. Y sí, el cuarto y el sueño plácido. Yo, que soy menos ingenuo que mi pequeña, no las tengo todas conmigo. Y como en un mantra una y mil veces repetido digo en voz alta: "ahora nos meten uno y nos funden". Dicho y hecho. Asunçao imita a Perea y queriendo hacer el Pereira. Esta vez De Gea está aún más vendido que antes y nada puede hacer ante el regate sereno del delantero onubense. Se me cae el alma a los pies. Mi niña aún duerme aunque comienza a soñar y a moverse mucho. Está inquieta.

Expulsan a Asunçao porque Quique no dio salida antes a Raúl García para evitar la segunda amarilla de nuestro centrocampista. Parece que pintan bastos. Corren los minutos a una velocidad fuera de lo normal. Falta al borde del área. Protestas porque no ha dado la ley de la ventaja. Cambio en el Atleti. Quitan a Perea -por fin- y sale el 58, uno de los nuestros, Ibrahima. Simao coloca la bola en el mismo lugar desde el que le he visto clavar dos golazos. No quiero mirar pero no dejo de verlo. Mi niña se sigue revolviendo. Parece que ella sabe que vamos a marcar. Lanza el portugués y GOOOOOOOL. Segunda remontada en un mismo partido. Me vuelvo loco. Abrazo a mi mujer y casi le salto los puntos. Suena el teléfono y mi hermano grita conmigo. La niña rompe a llorar y la cojo en brazos. Con la euforia, ni siquiera me percato del maravilloso olor que emana de sus pañales.

Pi-pi-pi. Estamos clasificados. Mi niña se ha vuelto a cagar. La vida es maravillosa.

Gracias, Atleti, gracias.

jueves, 14 de enero de 2010

María, el mejor fichaje




El 6 de enero, día de Reyes, veía el desastre del Atleti frente al Recre. Mi chica, embarazada y poco aficionada al fútbol, me acompañó frente a la tele intentando minimizar los daños causados por una banda de mercenarios sin corazón. 0-3 nos endosaba un equipo de Segunda división que ponía sobre el campo a los suplentes porque los titulares tienen que evitar el descenso a Segunda B. Un auténtico despropósito. La cara de De Gea cada vez que le dejaban solo, o de Domínguez, multiplicándose para tapar la línea de atrás lo decían todo.

El mejor fichaje

Con mala leche me fui a la cama y, a eso de las cuatro y media de la madrugada, mi mujer que se pone de parto. "Pero Cris, si tenemos cesárea programada para el 21 de enero", pensaba yo mientras me vestía intuyendo que había roto aguas y que la pequeña María estaba dispuesta a venir al mundo pasándose por las vergüenzas las órdenes de médicos y matronas. 
Dicho y hecho. A las 07:30 del 7 de enero de 2010 nacía una rojiblanca con 3.390 gramos de peso y 49,5 centímetros de altura. El mejor fichaje de mi vida.
Al día siguiente, con la hojita amarilla del hospital que cetifica el nacimiento acudí al registro civil para la cosa del Libro de Familia. Me dieron cita para el lunes. Durante el fin de semana, ya con María entre los simpatizantes y amigos del Atleti, nuestro equipo le endosaba 0-4 al Valladolid en la vuelta de Agüero, la resurrección de Forlán, el cambio de actitud de Jurado y el premio del destino a Reyes en forma de gol.
El lunes por la mañana, con el Libro de Familia en la mano, me planté en el Vicente Calderón para hacer oficialmente colchonera a mi hija. María Riesco es la socia 65.652. Nacida al club el 11 de enero de 2010.

Año de nieves

Año de bienes, dice el refrán. El día que nació mi hija no paró de nevar. Al poco se hacía oficial la llegada de Tiago para reforzar el centro del campo y el acuerdo con el argentino Salvio para correr la banda y crecer con la rojiblanca en sustitución de un Maxi desahuciado que se va al Liverpool gratis (como siempre, nuestro agradecimiento a los gestores que están llevando al equipo a la ruina).
Hoy llega al Calderón el Recre en el partido de vuelta de la Copa. Tenemos que meterle 4 goles para pasar de ronda donde el Celta espera rival. Hoy no iré al Calderón con mi hija (sólo tiene una semana), pero lo veremos los dos en casa, animaremos los dos desde el sofá, suspiraremos con cada oportunidad fallada, saltaremos cuando metamos el tercero y quizá, por qué no, lloremos y nos besemos cuando logremos pasar de ronda. Aunque no creo que la alegría se aproxime -ni de lejos- a la que sentí cuando le vi la cara a la socia 65.652.


Vamos, Atleti, vamos.

domingo, 3 de enero de 2010

El 58 es de los nuestros


Atleti 2 - Sevilla 1

El 58 va con nosotros. Aunque se llame Ibrahim es de la cantera y juega de media punta. Sí, ya sé que nació en Congo hace 19 años, pero lleva varias temporadas vistiendo de rojiblanco y tiene tanto corazón como talento. A ver, Domínguez, explícaselo a los del centro del campo, que no hacen otra cosa que ignorar al chaval y, cuando no tienen más remedio, le meten unas pedradas que no hay quien pueda hacer nada. Y a Forlán, explícaselo bien al flojo Forlán. Lleva tres fallos de escándalo el uruguayo. No está fino. Y no le pasa la bola a Ibra, al 58, que está solo, desmarcado, con hambre de gol. Es que no doy crédito. El chico le dice a Forlán que le ayude en la presión y el rubio le desprecia con la mano. Pero Cachavacha... que te estás dejando en evidencia, que el 58 es de los nuestros, que te puede ayudar a recuperar el camino del gol, que te está ayudando con los balones por alto... y nada, Raúl García está rígido. No es que no le pase al 58, es que ni siquiera es capaz de bajar el balón, de dar un pase con sentido. Raúl, háztelo mirar. ¿Y si metemos a Raúl García en el madrileño y subimos a Koke, o a Keko, o a cualquier otro chaval? Como Domínguez, que aunque no es un figura, está motivado, concentrado, intentando que se noten menos los fallos de Perea, la debilidad y flojera de Valera. Mira a Antonio López. Este también es de los nuestros aunque naciera en Benidorm. Antonio tiene mucho más coraje que cualidades. Pero en este campo, con este equipo, y a estas alturas, es lo único que merece la pena. Gracias Antonio. Menudo gol el tuyo en el 94, con todos a punto de arrastrar los pies y clavar los ojos en el suelo mientras mascullamos de vuelta nuestra desgracia. Gracias por saltar con el corazón, por creer que era posible ganar, por ser del Atleti y defender nuestro escudo.

Los otros
El Sevilla, fatal. Sin lugar a dudas la peor versión del equipo marrullero, guarrindongo y fulero que ha pasado por el Calderón en los últimos años. Nada de nada. Menos que el Atleti, que es decir menos que casi nada. 
Asenjo estuvo fatal en el gol, como Valera y Perea. Los tres se quedaron mirando cómo remataba un tío al que Valera saca dos cabezas. Pero Asenjo no puede aguantar en su campo que nos riamos de él. Está muy bien que le cantemos "Tonto, tonto" a Palop, pero que medio estadio saque la mala hostia a pasear contra el portero de nuestro equipo con un sonoro "Uy" cada vez que Asenjo cogía la bola... eso creo que sobra. Acabaremos por reventar al portero. Y que conste que yo soy de los que querían a De Gea, aprovechar la cantera y todo eso... pero ya no hay remedio. Hay que apoyarle y esperar a que coja confianza. Creo que es un buen portero, aunque necesite adaptarse a lo que nos gusta en el Calderón (salir más, jugar con los pies, ser más contundente, aprovechar su saque largo y mandar en el área).
Forlán necesita que lo reactiven. A este chico le pasa algo. ¿No le dejan ver a sus gemelas? 
Raúl García, ya lo he dicho, al filial. Y que juegue Camacho ya. 
Cléber Santana a vigilar los tornos de entrada con un chalequito reflectante. O a pasar la escoba por la grada para recoger el papel de plata de los bocatas después del partido.
Maxi (que ayer celebraba su cumpleaños) que siga sin ser convocado. Ayer nadie le echó en falta. Y a ser posible que se vaya como Sinama. Aunque no saquemos un duro por él. Total, los dueños van a aprobar las cuentas si pueden seguir trincando...
Reyes a seguir recuperando el pedazo de futbolista que fue y que hace tres años desapareció entre la niebla inglesa. A ver si a orillas del río, pero con solete, se nos reconvierte y empieza a hacernos tocar las palmas en el Calderón.
Ibra me gustó. El 58 me pareció el mejor del equipo. Y eso que no recibió ni un balón en condiciones. Me gustó su tranquilidad, su saber estar, sus ganas y su presión. Cómo ataca el balón por arriba y cómo busca el pase adecuado haciendo fácil lo que no lo es tanto. Le faltó que Forlán le diese algún pase en las ocasiones que falló teniéndole solo a su lado.
No me gustó que Quique dejase a Forlán en el campo y nos privase de ver a Cedric, otro canterano que llevaba el 57 a la espalda.


En resumen: Ganamos con nada a un Sevilla con nada de nada. Lo bueno es que son tres puntos contra un rival que estaba arriba. A ver si esto sirve para insuflar un poco de moral a la tropa, un poco de cojones a Quique (MÁS CANTERA, MENOS CARTERA), un mucho de confianza a Forlán, y espíritu de ganadores para llevarnos los puntitos que tanto necesitamos ante Pucela, Sporting y Getafe. 


Vamos, Atleti, vamos.