Un gol y aperitivo de cantera

Orihuela 0 - Atleti 1

La Copa, aunque me encanta esta competición, este año la voy a contar en blanco y negro, como los poemas tristes de cebollas, llantos, hambre de niños inocentes y durezas varias descritas con la fuerza de la palabra desnuda en los poemas del pastor de Orihuela que acabó muriendo de tuberculosis como poeta.

Pues eso. El primer partido de Copa de este año -dieciseisavos nada menos- contra los alicantinos paisanos del de "Vientos del pueblo". Y hacía viento, ya lo creo. Y un frío de pelotas. Pero eso no arredró a la docena de valientes seguidores del Atleti que animaban sin camiseta rodeados de butacas vacías. Supongo que la hora (21:00 de un miércoles de diario), el frío, la humedad y que el Atleti no alineaba al Kun y se llevaba a tres chicos de la cantera acabó por desanimar al personal. Justo lo contrario de lo que ocurriría en el Calderón, donde todos estamos deseando ver a Álex Quillo colgándola desde la banda, rematando y poniendo coraje; a Keko driblando con sus 16 años y marcando goles para que le demos respiro sin remordimientos al Kun; a Nacho Camacho demostrando que es un futbolista perfecto para el Atleti... ya digo, un poema de partido.

Leo "muñones" Franco

No lo puedo remediar. Quizá debería cortarme un poco a la hora de poner motes despectivos a nuestros futbolistas en lugar de animarles. Yo les animo en el campo. Aquí procuro reflexionar y razonar lo inexplicable, la fuerza de las emociones... y lo de Leo "muñones" Franco no tiene nombre. No es que sea mal portero (tiene reflejos, es alto, tiene espaldas que te cagas, es bueno en los penaltis y también en el uno contra uno) el problema es que no coge un balón con las manos -todo son rechaces, como si tuviera manoplas de madera- no sale de la raya -algún día se le caerá el larguero encima- y, lo que es peor, no transmite seguridad a su defensa y, mucho menos, a la grada. PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿Por qué coño no sacamos en Copa a De Gea que ha sido y es el portero titular de la selección en todas las categorías inferiores?

A ver si este año luchamos un poquito más por la Copa, que es un título -insisto- que me mola mucho.

Vamos, Atleti, vamos.

Don Simón, Gran Reserva Sabrosa y el pajillero loco

Villarreal 4 - Atleti 4

Me parece bien que Aguirre haga su trabajo y no deje que Cerezo ni ningún otro aficionado o periodista le diga quien está para jugar y quien no. Dejó al Kun en el banquillo y sus motivos tendrá. Quizá le está reservando para el choque del 29 contra el Orihuela, o quizá el chaval tiene estrés pre-paternidad o, hasta es posible que tenga una sobrcarga de esfuerzo con 20 años y un sueldo que no gano yo en cien vidas. Dicho esto, estoy con Aguirre.

Me parece lógico que Forlán celebre el gol en el Madrigal. Lástima que sólo metiese uno y no estuviera demasiado fino en un par de ocasiones que pudieron decantar esta locura de partido a nuestro favor. Pero, como dice el subnormal de Valdano, el fútbol es así, un sentimiento.

Internet
Y el sentimiento que me ha producido a mí el Atleti en el partido de hoy es que Banega, o Ever, o el pajillero de la webcam, no ha tenido una tarde afortunada. No sé qué cable se le cruzaría cuando el equipo estaba dominando, íbamos ganando 2-0 y, de repente, en mitad del campo, en una jugada sin peligro, se autoexpulsa. ¿Había quedado en el chat con alguna pava? ¿Tienen wi-fi gratuitoen el Madrigal? La verdad, no me lo explico.

Menos mal que ayer Don Simón Gran Reserva Sabrosa dejó claro que él es un futbolista entonado, con clase, con fuerza y profesional donde los haya. Metió dos golazos y estuvo todo el partido creando peligro por su banda, por el centro, por la otra banda y hasta defendiendo. Si todo el equipo tuviera el nervio que ayer demostró el portugués, estoy convencido de que el Atleti remontaría todos los partidos y , lo que es mejor, no se dejaría meter cuatro pepinos en veinte minutos. Es que somos únicos.

Ganar, perder y empatar
Ya digo, lo de Vila-Real ha sido una locura. Como un sueño de esos que se convierten en pesadilla y, justo antes de despertarte, ves que los buenos vienen a rescatarte. En fin. Que tal y como estaban las cosas, con un 4-2 (desperdiciamos un 0-2 con la ayuda del pajillero y la pájara global) enfrente de uno de los serios candidatos al título de Liga, en su casa donde no pierden nunca, nosotros con diez y ellos que son de los equipos que menos goles reciben... vamos, para darse con un canto en los dientes.

Copa
El miércoles Copa del Rey en Orihuela, Alicante, donde nació el de las "Nanas de la cebolla", el pueblo de Miguel Hernández. Esperemos que no haya lágrimas en el regreso. Quizá el Kun esté recuperado para este choque. Ojo que Maniche entró en la lista negra de Aguirre el año pasado por hacerse el lesionado en un partido de estos contra un Segunda B en la Copa.

Y el sábado, a las 20:00 (creo) en el Calderón contra el Mallorca. Estoy deseando ver a Cleber Santana, a Jurado, a todas las figuras que colaboraron para que este año disfrutemos de la Champions.

Forza Atleti, oé.

Atlétipool de Liverdrid

Atleti 1 - Liverpool 1

Un empate que sabe a gloria bendita; "sabroso" dicen los titulares de prensa al referirse al gol de don Simón Sabrosón. El portugués es de los pocos que están entonados y siguen desequilibrando con su fútbol. Agüero, sin embargo, desequilibra con su sola presencia en el campo, aunque no rasque bola, aunque no controle el balón, aunque corra para la galería... da igual, los defensas, los contrarios todos, se achantan y cambian su estrategia, pierden su alegría, bajan la mirada y solicitan clemencia a un futbolista que, aún estando agotado, siempre marca la diferencia. Pero hablábamos de don Simón. Lleva dos goles en los dos últimos partidos. Los dos en torno al minuto ochenta y pico. El del otro día ante los vikingos no sirvió para nada. El de ayer al hijo del que nos hizo perder la Copa de Europa en los setenta... nos dio un puntito más en esta competición que hemos cogido con entusiasmo. Siete puntos de nueve en la primera vuelta de la Champions es como para felicitarse.

Cantera
Por fin Aguirre tiró de cantera. El central Domínguez aún está un poco verde, pero se le vio tranquilo, sin arriesgar, haciéndolo fácil, sin complicarse la vida y sin pensar tanto en brillar como en ayudar al equipo de una manera eficaz y sin florituras. A mí me gustó.
Lo de Nacho Camacho no es nada nuevo. Ayer se vio superado porque estaban él y Maniche solateras en el centro del campo con tres pavos del Liverpool (qué chula la segunda equipación de los de la Carlsberg) que los tenían fritos. Pero Camacho es un luchador, un portento físico, un peleón... y encima dio una montonera de pases correctos.
Durante toda la primera parte había tantos españoles en el Liverpool (Reina, Arbeloa, Alonso y Riera) como en el Atleti (Antonio López, Alvaro Domínguez, Nacho Camacho y Luis García). Resultado: 0 -1 (aunque estuvieran en fuera de juego) y un dominio aplastante y abusivo de los de Rafa Benítez.
En la segunda parte los cambios -por fin- dejan fuera a Luis García para que el Kun acojone a los de la ciudad de los Beatles. Luego salieron Miguelito de las Cuevas -lástima del gol que se le resiste- y Raúl García. Teníamos cinco nacionales por tres del Liverpool (quitaron a Xabi Alonso, que estuvo de pulmón, cerebro y corazón). Resultado final: 1-1 (nuestro gol en fuera de juego sí lo anularon), un tiro al palo de don Simón Sabrosón y varias ocasiones de Forlán, Kun y, sobre todo, el remate de Miguelito... qué pena de partido que se nos escapó por poco.

Fernando Torres
Al final reparto de puntos, corte de manga a la UEFA y toda su gentuza (durante el himno de la Champions gran parte del estadio se volvió de espaldas en señal de protesta) y exhibición de comportamiento entre las dos mejores aficiones del mundo, la del ATLETI y la del LIVERPOOL que intercambiaron bufandas, camisetas, cánticos y se unieron al unísono -para ejemplo y admiración del mundo de la pelota- en el himno a la figura que ha unido sus destinos: Fer-nan-do Toooooorres, lo ro lolo, lolo, Fernando Tooorres, lo lo lo lolo loooooo.
Si antes era del Liverpool, ahora lo ratifico, confirmo, reafirmo y requetefirmo. Ojalá nos los encontremos en la final.

Forza Atletipool de Liverdrid

Hay puntos que tardan en cicatrizar

Atleti 1 - R. Madrid 2

Me las prometía muy felices ante el derbi, aunque iba con mis cautelas y la cosa no empezaba bien. Mi dentista me daba cita para el sábado por la mañana con el fin de colocarme dos prótesis y completar mi dentadura con piezas de porcelana. Total, que me rajaron la boca, me taladraron el hueso con una black & decker quirúrgica y me cosieron con seis puntos que me impiden fumar y desplazarme al Calderón porque necesito reposo para que no se reviente el zurzido y la inflamación vaya remitiendo...
Le cedo el abono a mi hermano el pequeño para que disponga de él como buenamente le plazca (con la única condición de que no lleve a ningún vikingo al campo con mi pase) y llamo a mi hermana la embarazadísima, la colchonerísima, para que se venga a casa verlo por ONO, que sólo me vale un euro. Se presenta con sus ocho meses de niña atlética en el vientre y una camiseta rojiblanca a punto de reventar. Con ella, mi cuñado, socio y abonado de los vecinos de los cuernos, también con su camiseta incolora, insípida y olorosísima. Se portó bien. Es la excepción del madridismo.

Principio y fin
Alfa y omega, 1 y 97, de entrada y de salida. Así fueron los goles de los vikingos. Uno cuando aún había colas en los tornos y la gente buscaba aparcamiento en los alrededores del estadio; cuando la mayoría de la gente no había tomado posición en el bar y las conexiones al PPV apenas estaban finiquitadas. No llevávamos ni 30 segundos y el fantasma del Nou Camp se cernía sobre el salón de mi casa al tiempo que mi cuñado celebraba con un grito espontáneo y una mirada de pecador arrepentido el tempranero gol de los vecinos ricos. Ufjalusi no tuvo su tarde. A Leo le pilló totalmente desprevenido, colocando los cacahuetes en la mesita andaba mi mujer... y yo con seis puntos de sutura en todo el morro a punto de infectarse por la mala baba que me estaba entrando.
Luego vino el desastre. Un gol legal anulado a los otros, el árbitro que nos echaba una mano controlando la delantera merengue que hacía lo que le salía de los huevos. Nuestra defensa absolutamente desorientada. Cero de cero por nuestras bandas en ataque. Forlán y el Kun, fundidos, confundidos, aturdidos, diluidos. La expulsión de Perea... y el descanso. Lo mejor que nos podía pasar después del chuleo madridista de la primera parte.

Paciencia. Simao resuelve
Mi hermano Ricar, el mayor, me manda un sms desde el campo: "Defensa de oferta" y yo le respondo: "Paciencia. Simao resuelve, el árbitro es un amigo". Y oye, parecía que estaba yo en plan profético.
Aguirre se da cuenta de que lo nuestro es jugar por las bandas y saca a Simao y Luis García. El árbitro expulsa a Van Nistelroy (qué pedazo de futbolista, señores. Lástima que sea del Madrid) y Leo Franco se convierte en el héroe del partido... el argentino iba parando absolutamente todo lo que le llegaba -que cada vez iba siendo menos pero más peligroso- hasta que Simao marca un golazo a falta de cinco minutos para el final. Coloca la falta en la trayectoria de la mirada de Iker Casillas y se cuela sin pedir permiso en las redes rojiblancas. Un golazo. Un empate merecido y luchado. Aún podemos ganar... mis puntos casi se revientan con el salto en el sofá. Mi hermana casi da a luz en el salón de casa con el abrazo que nos dimos. Mi cuñado juraba y perjuraba en voz baja mientras repetía que les hacía falta un tío rápido delante.

Otra vez, el Atleti
Señores, esto es el Atleti. Estábamos a cinco minutos del final con un 1-1 y todo el equipo volcado buscando la victoria. El Calderón enfervorecido animando como siempre, en mi casa nadie podía mantener el culo en su sitio. La tripa de mi hermana era un tíovivo con mi sobrina dando botes y pidiendo salir de allí para animar al Atleti... pero Heitinga, sí, el bueno de Heitinga. Hace un penalti infantil, de libro, absurdo, inútil, tonto, increíble en el último minuto del descuento. Era el 97 de partido. El final.
Leo no pudo completar su maravillosa tarde aunque adivinara el lanzamiento y rozase con los dedos el balón. Gol merenge. Grito de mi cuñado. Acaba el partido. El teléfono y el móvil echando humo... Con lo bonito que hubiera sido ganar.
Ahora la Liga se nos pone cuesta arriba. El próximo día en Villarreal. Como no cojamos un poco de moral el miércoles ante el Liverpool la cosa pinta mal. De todos modos y pase lo que pase:

Yo te quiero Atleti, lo lo lo, lolo, lolo, lo, lo. Yo te quiero Atleti...

¿En serio era el Atleti?

Barça 6 - Atleti 1 (y gracias)
"Lamentable". Esta fue la primera palabra que pronunció Aguirre en la rueda de prensa tras el partido. Después quiso hacerse el mártir y no perder el buen rollo con el vestuario soltando una ristra de estupideces tales como "el único, principal y máximo responsable de la derrota soy yo". "He fallado en la alineación, en elegir a los hombres para defender el córner en el primer gol, en no mentalizar más al equipo, en la charla técnica..." Vale, míster, lo que tú digas. Muchas gracias por comerte todo el marrón y tal, pero no.
Los jugadores se escondieron y sólo dio la cara el único rojiblanco de la plantilla, Antonio López. La lástima es que no fuese más claro. Cuando le contaron lo que había dicho el vasco, Antonio dijo que ni hablar, que le agradecía al míster sus ganas de comerse el marrón, pero que la culpa es única y exclusivamente de los futbolistas que son los que están en el campo. Y no sabía explicar por qué les habían metido tres goles en ocho minutos (lógico, eso no hay quien lo explique y, si me apuras, quien lo crea). Hasta aquí nada que objetar al rojiblanco de Benidorm. Pero cuando remató diciendo: "Cuando nos metieron el tercero todos mirábamos al suelo y el equipo se había venido abajo". ¡Coño, Antonio! que somos el Atleti, que somos capaces de remontar, que Maxi metió el 1-3 al poco y ni siquiera el equipo tuvo huevos para intentar sacar el partido adelante.
Una explicación
Los comentarios de Alejandro Mori en Onda Cero fueron esclarecedores. Habitualmente los periodistas tienen que callar muchas cosas porque, supuestamente, comprometen a sus fuentes y si rajan de más les cierran las puertas del negocio. Ayer, ante la debacle de los nuestros, Mori se soltó la melena y explicó: "No debería decir esto, pero la gente lo tiene que saber: han venido relajados y pensando en que aquí podían perder porque hay seis bajas y porque es el Nou Camp". Yo, incrédulo de mí, subo el volúmen de la radio del coche para oír la reflexión de Javier Ares: "Lo que ocurre en el equipo es que no hay ninguno que sienta la camiseta como propia, no hay política de cantera, cada año se ficha a diez jugadores nuevos que luego se traspasan, se venden o se ceden. Algunos ex-jugadores que ahora son representantes, se están forrando a costa del club. Hace falta un Cholo Simeone, alguien que grite y mande en el campo, que se eche el equipo a cuestas. Lo intentaron con Torres pero Torres era un crío, y era el mejor, pero no era un líder".
Gracias, Kiko
El bueno de Kikogol sí que estuvo a la altura. Tuvo dos frases geniales: "Es mejor perder un partido por seis que seis partidos por uno". Y a la pregunta de Andrés Montes con el chiste del SMS que le había enviado el hijo de Kiko a su padre preguntándole por qué eran del Atleti, el estandarte rojiblanco, con acento andaluz, mirada atlética y voz orgullosa, lo explicó: "Porque nos hace reír y nos hace llorar". Chúpate esa, calvo tiki-taka.
Amigos culés
A mis amigos culés que me llamaron, un beso; a los que me mandaron eseemeeses, un abrazo; a los que tuvieron el detalle de ahorrarme y personalizar en mis carnes la humillación sufrida por mi equipo... agradecimiento eterno.
El partido
¿Qué partido? Pudieron meternos diez. ¿Por qué salieron con esa indolencia? ¿Por qué coño no se pusieron las pilas? Qué paciencia hay que tener contigo, Atleti, qué paciencia.

Y ahora el parón y a seguir soñando e ilusionándonos para que en el regreso, contra los vikingos, en el Calderón, cautericen las heridas y cojamos un poco de aire en la Liga, que es la competición más importante. Aún queda mucho. No nos queda otra que confiar en lo que tenemos.

Vamos, atleti, vamos.

Orgulloso de ser atlético

Atleti 2 - Olympic de Marsella 1
Había muchas ganas de Champions en el Calderón. Tantas que mi hermano y yo fuimos en su moto media hora antes del partido. Desde nuestro sitio pudimos ver el bochornoso espectáculo de la policía cargando y descargando sobre los ultras franceses. Desde el fondo sur no se veía la sangre, pero sí las carreras y los movimientos de la policía, las sillas volando y una cierta tensión en el ambiente.
Calentaban los jugadores al ritmo de las normas de la UEFA en francés y rojiblanco. A la entrada también nos dieron una cuartilla con todo lo que no se puede hacer en el estadio y las consecuencias que acarreará para el club (lástima que los que suelen cagarla no sepan leer y hagan oídos sordos).
Por cierto, el Calderón muy bonito, recauchutado de azul para tapar la publicidad (como echamos de menos el anuncio de Femayco y Samayco, o el de Pizza Jardín en General Ricardos...) la Champions es otra cosa.
Primera parte
Antes de saltar al campo sonó el himno del Atleti. Estábamos todos esperando la melodía dichosa de la Liga de Campeones. Salen los dos equipos con mucho protocolo y tal. Ponen el himno. El Calderón estalla en aplausos y se me ponen los pelos de punta.
Comienza el partido con todo el estadio cantando el himno y animando para acallar a los ruidosos marselleses. Impresionante el comportamiento de la grada del Calderón. El miércoles, como en otras muchas ocasiones, me sentí orgulloso de ser del Atleti.
A los cuatro minutos el Kun subió su cotización un par de millones de euros con jugada de ensueño. "Lo hizo tan fácil como nosotros cuando abrimos un frigorífico", decía la crónica del diario Metro. Cuánta razón.
Luego nos empataron porque Pernía tuvo el único fallo de la noche (estuvo bien Mariano el miércoles). Pero se desquitó del error poniendo una falta en el área rival para que el bueno de los García, Raúl, tocara lo justo para dejarla dentro.
Pudimos sentenciar con un mano a mano del Kun (no lo va a meter todo), con un tiro desde fuera del área de Sinama, con un remate de cabeza de Raúl, con una espuela espectacular de un Maxi con síndrome de resurrección europea... vamos, que el partido estuvo bien, muy bien.
Los Olímpicos de Marsella
El 20, que se lesionó solo, fue una auténtica pesadilla. Un tipo pequeñito y rápido, con mucha fuerza. Metió el pase del gol y fue una pesadilla para nuestra zaga (estuvieron muy bien Pernía, Ufjalusi y Heitinga. Perea el más flojito del equipo).
Su afición (después de que la policía les suavizara) estuvo animosa y ruidosa, aunque nosotros -todo el estadio- estuvimos soberbios, atléticos, de Champions, vaya.
Bocata de Champions
Le dije a mi hermano que el bocata lo hacía yo. Jamón con tomate. Pedazo de cena para el primer partido de Champions en casa desde tiempo inmemorial. Manzanita de postre y barrita de chocolate para dar un remate dulce. Agua para él y Coca Cola para mí (5 euracos las dos botellitas sin tapón).
La segunda parte fue más tranquila, con mucho control en el centro del campo y un par de ocasiones para cada equipo. El árbitro estuvo muy noruego. Acabó el partido y todos nos quedamos cantando:

Te quiero Atleeeeti, lolo, lolo, lo, lo, te quiero Atleti, lolo, lo, lo, lolooooo...